Yo no es que sea una artista, es que un día que paseaba por la calle con mis zapatos rojos de tacón, se me pegó a la suela una paleta y unos cuantos pinceles; como esos papeles pegajosos que se suelen quedar pegados a las suelas de los zapatos, ya sabes, una intenta despegarlos y lo único que consigue es que todo viandante se te quede mirando perplejo ante tu inutilidad y falta de destreza con un insignificante papel pegajoso, gastado y malicioso. En esta vida no siempre puedes escoger lo que se te queda pegado a la suela del zapato y ya ves… a mí se me quedó una paleta y unos pinceles, y desde entonces llevo haciendo equilibrios entre pinceles y paletas con zapatos rojos de tacón.
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